Sensualidad y Sangre… Review de «Vampiros»

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Título Original: Vampiros.

Autores: John William Polidori, Edgar Allan Poe, Théophile  Gautier, Alexéi Tólstoi, Sheridan le Fanu,Julian Hawthorne, Bram Stoker y Mary Wilkins Freeman.

 

Número de Páginas: 323 Págs

Género: Antología, Misterio, Romance y Terror.

 

En el presente volumen hay ocho relatos cortos de diversos autores inprescindibles para quien ame las historias de horror y precisamente de los vampiros, obras de la talla de El Vampiro, de Polidori; La muerta enamorada, de Gautier; Carmilla, de Sheridan le Fanu; El invitado de Drácula, por decir algunas, otras menos conocidas como Berenice, de Poe; La familia del Vurdalak, de Alexei Tólstoi o Luella Miller, de Mary Wilkins. Un cóctel perfecto para, precisamente estas épocas, de halloween.

Mis amores, el argumento lo hice yo ya que el libro no tiene, me he limitado a nombrar la mayoría de cuentos que trae puesto que son demasiados para dar un resumen de todos; este libro lo tenía en la mira desde que lo vi en ventas, me hice con el solo por dos cuentos: El Vampiro y La familia del Vurdalak, pues cuando leí Carmilla, hace un año, me dio una fiebre tremenda de los vampiros clásicos (los actuales como que no), leí en digital un libro de Valdemar llamado Vampiras (con este libro me tragé poco menos de la mitad del contenido de la presente antología de Porrúa) pero lo abandoné, creo que Valdemar hay que leerlo en físico, en la medida de lo posible, bueno, el asunto es que me quedé una semana con unos parientes y me llevé tres libros: La Cruzada, Cumbres Borrascosas y Vampiros, pues Vampiros me lo leí en una noche…

el-vampiroEl Vampiro, de John William Polidori fue publicado en 1819, y es considerado el primer relato clásico sobre los vampiros, yo lo leí con las expectativas a tope, pero… bueno, lo que el libro prometía, lo cumplió… Nos da el típico cuento, bastante cargado con el romanticismo con la época, algo que si es interesante es que hay cierta crítica a la doble moral sobre la pureza de los hombres y las mujeres, dado que nuestro protagonista es un joven aristócrata llamado Aubrey, que comienza la novela dando su Grand Tour (un viaje de los hombres pudientes donde las idas a prostíbulos son obligatorias, dando el paso de joven a adulto), sin embargo el mismo joven se ve atemorizado con la sola posibilidad de que su hermana, miss Aubrey, fuese deshonrada antes del matrimonio; La novela, trata el vampiro Vrikolakas, osea, el vampiro griego; sin duda muy romántica y es aceptable, interesante cuanto menos y pues, yo le doy 3/5 Puntos.

Berenice, de Edgar Allan Poe es un cuento de más o menos quince páginas, publicado en 471_3.jpg1835, el cual narra la vida de un joven llamado Egaeus, enfermizo y de muchas ansias de cultura, quien vive con su prima Berenice, una joven completamente distinta a el, pues es vivaracha, alegre y con deseos de explorar cualquier terreno para ella desconocida. El «terror» comienza cuando ella enferma, Egaeus le propone matrimonio pero muere, aquella misma noche parece volver…

Edgar Allan Poe, como siempre es un mar de reflexiones y narraciones muy descriptivas y llenas de métaforas (por esto tengo con Edgar una relación de amor/odio), pero engancha por lo corto que es y si bien no trata de vampiros directamente, se centra en la carácteristica más importante de los mismo: sus dientes, ahí lo dejo… por lo demás, tuvo un final muy creepy que me puso los pelos de punta y me complació. 5/5 puntos…

(Hago un pequeño paréntesis, ya he reseñado Carmilla, y La muerta enamorada (Clarimonda) por lo que si dáis click a los nombres podréis ir a sus respectivas reseñas)

9788420649467La Familia del Vurdalak fue escrito por Aléxei Tolstói (El tío de Lev Tolstói, pero Aléxei fue opacado por su sobrino) en 1839, y publicado póstumamente en 1884. Aquí además del tema vampírico, me llamó la atención que el autor era un Tolstói.

Aquí nos narra un anciano, el Marqués d’Urfé quien en una velada dada tras la derrota de Napoleón, nos cuenta como, a mediados del siglo XVIII va un pueblo de Serbia donde se aloja con una familia bastante sombría, quienes saben que si su padre vuelve de la guerra a las ocho de la noche, tendrán que matarle, pues se habría convertido en un maldito Vurdalak…

El autor se alejá del vampiro sensual y romántico que tiene Polidori y Le Fanu, tomando un ser despiadado y casi animal; la novela tiene un toque sombrío y perturbador, os imaginaréis que un vampiro irrumpe en la casa, pero nos da la ambiguedad de si lo es o no, tiene un romance entre el protagonista y la hija más joven, Sdenka, que es más bien un romance trágico con tintes de horror. Además es el primer libro que me hizo saltar del susto, estaba recostado en mi cama y al ver esa parte brinqué como si de un screamer se tratase, definitivamente el mejor cuento del libro… 5/5 puntos.

El misterio de Ken o La tumba de Ethelind Fionguala, fue publicado por Julian Hawthorne (El hijo de Nathaniel Hawthorne) en 1887, lleno de… carácteristicas Irlandesas, por así decirlo… nuestro protagonista visita a un amigo que ha enfermado, éste le cuenta su aterradora historia, que la verdad no destacó mucho que digamos, si te dan a entender que hay una vampiresa pero en fin, lo único que me dio repeluz fue la frase final del cuento: «Ah, ese frío… Nunca me liberaré de él; lo llevaré conmigo hasta la tumba». 2/5 puntos…

9788496964990.jpgEl invitado de Drácula, fue escrito por Bram Stoker como un prólogo de Drácula, sin embargo su editor le pidió que lo suprimiera dada la extensión del libro, por lo que se publicó póstumamente en 1914, y tomado por otras adaptaciones, por lo que no lo consideraría canónico en el universo Drácula. (Si quieren la reseña de Drácula, picar en el nombre :3)

Nos pasamos a un encuentro aterrador con un hombre escéptico en la noche de Walpurgis (Se supone que es Jonathan Harker, pero yo me atrevería a decir que más bien es Renfield) que decide pasar la noche en un cementerio antiguo, encontrandose un una vampira ancestral...

Bram tiene lo suyo, Drácula es estupendo, esta historia habría funcionado más como prólogo (por algo Stoker lo planeó así) pues por si solo no se sostiene bien, es interesante pero no llega a aterrar como lo hizo la obra cumbre de Bram Stoker, pero vale la pena leerlo por curiosidad. 3/5 puntos.

Por último, Luella Miller, escrito por Mary Wilkins Freeman en 1902, es un cuento de luella+miller+title.jpgterror Norteamericano, narrando la vida de una mujer, llamada Luella Miller, quien tiene una especie de maldición pues, quien traté con ella acabará irremediablemente muerto, pues se desviven por ella con una atracción enfermiza, en una especie de vampirismo que pese a no ser de sangre, lo és de la energía vital, pues viven por Luella hasta enfermar y morir.

Además de vampiros, en la novela están presenten los fantasmas, de forma original, pues aún en la muerte son siervos de ésta Femme Fatale, también tiene la costumbre de ser narrada por un tercero, una anciana llamada Lydia Anderson, la última sobreviviente a Luella; fue adaptada en 2005, dándose bastantes libertades (no la he visto); La historia es buena, atrapante y creepy, bastante atractiva. 4/5 puntos.

Si quieres leer novelas de vampiros pero jamás lo has hecho con clásicos, este libro es para ti, es ligerito y engancha, sobre todo si eres joven y no estás acostumbrado a los libros «antiguos», Porrúa ha hecho muy bien publicando las antologías de terror «Quarto de hora»…

Calificación: Cuatro estrellas…

Calificación 4

 

 

Reseña: El Cuervo – Edgar Allan Poe

poe

El Cuervo

Una vez, en una taciturna media noche,

mientras meditaba débil y fatigado,

sobre un curioso y extraño volumen

de sabiduría antigua,

mientras cabeceaba, soñoliento,

de repente algo sonó,

como el rumor de alguien llamando

suavemente a la puerta de mi habitación.

>> Es alguien que viene a visitarme – murmuré

y  llama a la puerta de mi habitación.

Sólo eso, nada más. <<

Ah, recuerdo claramente

que era  en el negro Diciembre.

Y que cada chispazo de los truenos hacía

danzar en el suelo su espectro.

Ardientemente deseaba la aurora;

vagamente me proponía extraer

de mis libros una distracción para mi tristeza,

 para mi tristeza para mi Leonor perdida,

la rara y radiante joven

a quien los ángeles llamaban Leonor,

para quien, aquí, nunca más habrá nombre.

Y el incierto y triste crujir de la seda

de cada cortinaje de púrpura

me estremecía, me llenaba

de fantásticos temores nunca sentidos,

por lo que, a fin de calmar los latidos

de mi corazón, me embelesaba repitiendo:

>> Será un visitante que quiere entrar

y  llama a la puerta de mi habitación.

Algún visitante retrasado que quiere entrar

y  llama a la puerta de mi habitación.

          Eso debe ser, y nada más <<.

De repente, mi alma, se revistió de fuerza;

y  sin dudar más

dije:

>> Señor, o señora,

 les pido en verdad perdón;

pero lo cierto es que me adormecí y

habéis llamado tan suavemente

 y  tan débilmente habéis llamado

a la puerta de mi habitación

que no estaba seguro de haberos oído <<.

Abrí la puerta.

          Oscuridad y nada más.

Mirando a través de la sombra,

estuve mucho rato maravillado,

extrañado dudando, soñando más sueños que

ningún mortal se habría atrevido a soñar,

pero el silencio se rompió

y la quietud no hizo ninguna señal,

y  la única palabra allí hablada fue

la palabra dicha en un susurro >>¡Leonor!<<.

Esto dije susurrando, y el eco respondió

en un murmullo la palabra >>¡Leonor!<<.

          Simplemente esto y nada más.

Al entrar de nuevo en mi habitación,

toda mi alma abrasándose,

muy pronto de nuevo, oí una llamada

más fuerte que antes.

>> Seguramente -dije-, seguramente es

alguien en la persiana de mi ventana.

Déjame ver, entonces, lo que es,

y resolver este misterio;

que mi corazón se calme un momento

y averigüe este misterio.

          ¡ Es el viento y nada más.<<

Empujé la ventana hacia afuera,

cuando, con una gran agitación

y movimientos de alas

irrumpió un majestuoso cuervo

de los santos días de antaño.

No hizo ninguna reverencia;

no se paró ni dudó un momento;

pero, con una actitud de Lord o de Lady,

trepó sobre la puerta de mi habitación,

encima de  un busto de Blas,

encima de la puerta de mi habitación.

          Se posó y nada más.

Entonces aquel pájaro de ébano,

induciendo a sonreír mi triste ilusión

a causa de la grave y severa

solemnidad de su aspecto.

>> Aunque tu cresta sea lisa y rasa

-le dije-, tú no eres un cobarde <<.

Un torvo espectral y antiguo cuervo,

que errando llegas de la orilla de la noche.

Dime: >> ¿Cual es tu nombre señorial

en las orillas plutónicas de la noche?

El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

Me maravillé al escuchar aquel desgarbado

volátil expresarse tan claramente,

aunque su respuesta tuviera

poco sentido y poca oportunidad;

porque hay que reconocer

que ningún humano o viviente

nunca  se hubiera preciado de ver

un pájaro encima de la puerta de su habitación.

          Con un nombre como >> Nunca más <<.

Pero el cuervo, sentado en solitario

en el plácido busto, sólo dijo

con aquellas palabras, como si con ellas

desparramara su alma.

No dijo entonces nada más,

no movió entonces ni una sola pluma.

Hasta que yo murmuré: >> Otros amigos

han volado ya antes  <<.

En la madrugada me abandonará,

como antes mis esperanzas han volado.

Entonces el pájaro dijo: >> Nunca más <<.

Estremecido por la calma,

rota por una réplica tan bien dada,

dije: >> Sin duda <<.

Esto que ha dicho

es todo su fondo y su bagaje,

tomado de cualquier infeliz maestro

al que el impío desastre

siguió rápido y siguió más rápido

hasta que sus acciones fueron

un refrán único.

Hasta que los cánticos fúnebres

de su esperanza, llevaran la melancólica carga de

>> Nunca – nunca más <<.

Pero el cuervo, induciendo todavía

mi ilusión a sonreír,

me impulsó a empujar de súbito

una silla de cojines delante del pájaro,

del busto y la puerta;

entonces, sumergido en el terciopelo,

empecé yo mismo a encadenar

ilusión tras ilusión, pensando

en lo que aquel siniestro pájaro de antaño

quería decir al gemir >> Nunca más <<.

Me senté, ocupado en averiguarlo,

pero sin pronunciar una sílaba

frente al ave cuyos fieros ojos, ahora,

quemaban lo más profundo de mi pecho;

esto y más conjeturaba,

sentado con la cabeza reclinada cómodamente.

Tendido en los cojines de terciopelo

que reflejaban la luz de la lámpara.

Pero en cuyo terciopelo violeta,

reflejando la luz de la lámpara,

ella no se sentará ¡ ah, nunca más!

Entonces, creo, el aire se volvió

más denso, perfumado por un invisible incienso

brindado por serafines cuyas pisadas

sonaban en el alfombrado.

>> Miserable -grité-. Tu dios te ha permitido,

a través de estos ángeles te ha dado un descanso.

Descanso y olvido de las memorias de Leonor.

Bebe, oh bebe este buen filtro,

y olvida esa Leonor perdida.

El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

>> Profeta -dije- ser maligno,

pájaro o demonio, siempre profeta,

si el tentador te ha enviado,

o la tempestad te ha empujado hacia estas costas,

desolado, aunque intrépido,

hacia esta desierta tierra encantada,

hacia esta casa tan frecuentada

por el honor. Dime la verdad, te lo imploro.

¿ Hay, hay bálsamo en Galad? ¡Dime,

dime, te lo ruego ! <<.

          El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

>> Profeta -dije-, ser maligno,

pájaro o demonio, siempre profeta,

por ese cielo que se cierne sobre nosotros,

por ese dios que ambos adoramos,

dile a esta pobre alma cargada

de angustia, si en el lejano Edén

podré abrazar a una joven santificada

a quien los ángeles llaman Leonor,

abrazar a una  preciosa y radiante

doncella a quien los ángeles llaman Leonor <<.

          El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

>> Que esta palabra sea la señal de nuestra separación,

 pájaro o demonio – grité

incorporándome.

¡ Vuelve a la tempestad

y la ribera plutoniana de la noche!

No dejes ni una pluma negra como prenda

de la mentira que ha dicho tu alma.

¡ Deja intacta mi soledad!

¡ Aparta tu busto de mi puerta!

¡ Aparta tu pico de mi corazón,

aleja tu forma de mi puerta! <<.

          El cuervo dijo: >> Nunca más <<.

Y el cuervo sin revolotear, todavía posado,

todavía posado,

en el pálido busto de Palas

encima de la puerta de mi habitación,

sus ojos teniendo todo el parecido

del demonio en que está soñando,

y  la luz de la lámpara que le cae encima,

proyecta en el suelo su sombra.

Y mi alma, de la sombra que yace flotando

en el suelo no se levantará…

          ¡ Nunca más !

Calificación: Seis Cures… Divino

6 puntos