Yo pensaba que el hecho de estar encerrado en mi casa, sin gastar el tiempo de moverme por la ciudad o acostarme temprano para la universidad me ayudaría a leer con más ganas, pero ha sido todo lo contrario, me he sentido extremadamente desmotivado y poco es lo que he leído más allá de tres libros de Austen y otros cuatro de los que quiero hablar acá como por no dejarlos caer en el olvido porque igual me gustaron (algunos más que otros) y está bonito hablar de mis lecturas de una forma más general y menos minuciosa cuando de la obra no ha mucho que yo pueda (o quiera) decir.
Cada lectura de Jane Austen merece una reseña individual, pero en el caso de estos cuatro libros algo más extenso no es muy meritorio que digamos (a parte de que me consume más tiempo 7.7), pero bueno, para no extenderlo más y tampoco dejar de pasar estos libros, allá vamos:
El tren de las 4:50, Agatha Christie.
Elspeth Macgillicuddy se despierta durante su viaje de tren en el momento justo que le permite atestiguar un asesinato en el ferrocarril que pasa frente a su ventanilla. Sin embargo, las autoridades, a falta de cadáver, descartan las declaraciones de la mujer, por lo que acude a su vieja amiga, Jane Marple, una solterona de aficiones detectivescas, para no dejar este caso impune.
«Los trenes tienen algo eminentemente anónimo.»
Página 45.
Para mí, cualquier lectura de Agatha Christie es una lectura ligera que fácilmente puede sacarme de un bloqueo lector. Este fue el caso, pues devoré esta novela tras leer con mucho dolor «Anna Karenina»; considero que Miss Marple es, en una opinión muy impopular, mucho mejor detective que Poirot, porque en el fondo él es la versión de Christie de Sherlock y no me gusta nada su personalidad, mientras que Marple es mucho más carismática y los crímenes los resuelve como mejor, porque no es ella sola, sino junto con algunos personajes que le colaboran.
En todo caso, El tren de las 4:50, como muchos de los libros de Agatha Christie, es una novela de personajes, bastante sencilla con la típica lista de sospechosos que son básicamente todos. Acá ella juega mucho con la cabeza de uno como lector y nos engaña bastante con quien o cual, pero lo feo es que al final, aunque es muy inesperado, no lo es de la mejor forma porque todo es como muy sacado de la manga y aunque tiene sentido no te dan las pistas para ir descubriendo el caso tu solo, que es algo maravilloso en la novela policiaca, solo por eso me disgustó mucho y le puse 4/5 estrellas en goodreads. Pero, dejando de lado ese problema, es muy buena obra, no creo que la mejor, aunque sí para pasar un buen rato en el sillón.
Lolita, Vladimir Nabokov.
Acá conocemos a Humbert Humbert, un profesor de literatura con tendencia a la melancolía que tiene una caracterísitica «especial»: siente una incontrolable atracción hacia lo que el llama «Nínfulas», niñas preadolescentes, de máximo catorce años. Es entonces cuando, en un viaje a los Estados Unidos, conoce a la familia de los Haze, una madre con su hija de doce años, Dolores, a la cual el protagonista comienza a llamar «Lolita». En Humbert nace una obsesión hacia Dolores, al punto de conseguir volverse su padrastro y único titular para hacer de ella a su antojo mientras juntos atraviesan un largo viaje alrededor de todo el país en auto; aunque, más allá del argumento, la novela es conocida por su polémica al tratar temas tales como la pedofilia y el abuso infantil.
«Ese era uno de los motivos por los cuales procuraba mantenerme lo más lejos posible de la gente, mientras Lo, por su lado, ponía todo su empeño en incluir en su órbita a la mayor cantidad imaginable de potenciales testigos presenciales.»
Página 202.
A mí no me gusta Lolita. O bueno, al menos es una relación de amor y odio. Yo, como todos, leí este libro por el puro y simple morbo que rodea como un halo a «Lolita». Soy muy consciente de que esta obra tiene mucha tela que cortar, muchas interpretaciones, análisis, etc. Pero la verdad, no voy a forzar mi mente en algo que la mayor parte del tiempo me produjo mucho malestar, al punto de querer llorar por la frustración; para leer Lolita uno tiene que, de cierta forma, quitarse de encima los prejuicios y la moral. NO PARA JUSTIFICAR A HUMBERT, válgame Dios, pero sí para poder apreciar un poco más al libro porque es cierto que, al menos en su forma, es una preciosidad, pues Nabokov consigue hacer que la calidad del estilo se sostenga por si solo sin necesidad de mirar al contenido que ya es muy escabroso. Es una melodía de muerte hermosamente ejecutada. Si tuviera que comparar Lolita, en su forma, con algo, sería con el soundtrack de su adaptación de 1997, hecho por el recientemente fallecido Ennio Morricone, porque es hermosa, desgarradora y que llega al corazón; las dos cosas más destacables, más allá de la pluma de su autor, son, uno, la forma en la que el sin necesidad de hacerlo consigue que empaticemos con el depredador que es Humbert pero también nos deja claro bajo ciertos medios escondidos que esto es algo terrible (como la cita que puse arribe) y también el retrato de los Estados Unidos. Ese país a mi no me gusta nada, pero las descripciones, espacios, ambientes, todo era como una película multicolor de tonos cálidos (irónico, ¿no?) que ocurría en cámara lenta, porque acá el estilo de este hombre es leeeento y soporífero, como esas canciones de Cenicienta, la peli de Disney de 1950.
Sin embargo las virtudes, para mi, no fueron suficientes para opacar lo horrible. No considero esto un libro imprescindible, sí un clásico, pero para estómagos fuertes. 2.5/5 estrellitas.
Las cosas que perdimos en el fuego, Mariana Enríquez.
«Las cosas que perdimos en el fuego» es una antología de terror. Son doce cuentos en los que se abarcan temas como las enfermedades mentales, los feminicidios, así mismo el movimiento feminista, el horror cósmico propio de H. P. Lovecraft y la cultura popular argentina, todo esto en, salvo una ocasión, la boca de las mujeres, la forma de sentir el mundo que ellas tienen y de la misma forma percibir los diferentes matices del terror.
«A lo mejor tenía que mudarme. A lo mejor, como me había dicho, tenía una fijación con la casa porque me permitía vivir aislada, porque ahí no me visitaba nadie, porque estaba deprimida y me inventaba historias románticas sobre un barrio que, la verdad, era una mierda, una mierda.»
Página 23.
Cuando comenzó todo esto de la pandemia, Anagrama junto a otras editoriales lanzaron para descarga gratuita algunos títulos de forma temporal. «Las cosas que perdimos en el fuego» fue uno de ellos, así que lo descargué en mi celular para leerlo mientras estaba fuera de casa (pocas veces) pero terminé en mi cama a medianoche asustadísimo con el teléfono en las manos mientras leía 😣; como dije, son doce cuentos, cada uno toca temas distintos pero en mayor o menor medida consiguen poner los pelos de punta. Mariana Enríquez toca mucho lo que es la cultura argentina (lo que me encanta, es un país RE lindo) así como en algunas ocasiones toma casos de la vida real para sus cuentos, como uno donde adapta el caso de Ramoncito, un crímen a un niño con tintes satánicos, o el del asesino en serie infantil conocido como el «Petiso orejudo» (el único cuento protagonizado por un hombre), casos que van absorbiendo la vida de sus personajes hasta obsesionarlos de formas enfermizas, porque todos los que envuelven este libro los reúne el tema de la depresión que sufren, crisis que bien pueden hacerlos alucinar eventos, tener paranoias, visiones terroríficas que no necesariamente son producto de la imaginación.
Por otra parte, están muy marcadas las influencias de Mariana Enríquez, especialmente con H. P. Lovecraft con obras como «La sombra sobre Insmouth». También creo que hay mucho goticismo en su prosa, maneja espacios oscuros, la noche, la soledad, el terror a lo desconocido y en el último cuento, aquel que le da nombre a la antología, la ciencia ficción feminista, con un mundo en el que, en una forma enfermiza de protesta, las mujeres se queman sus cuerpos ante la ola de feminicidios en Argentina.
Las referencias de «Las cosas que perdimos en el fuego» son excelentes, reflejando el contenido de sus páginas, yo le doy 5/5 estrellitas (por ahora es de lo mejor que he leído en el año), y recomiendo mucho su lectura, sobre todo ahora que comienza octubre💀👻.
El caso del marqués desaparecido (Enola Holmes #1), Nancy Springer.
La hermana menor de Sherlock y Mycroft Holmes, Enola, tiene tan solo catorce años. Es escandalosamente menor que sus dos hermanos y vive sola con su madre en una modesta mansión de campo, ambas libres, sin las ataduras de las convenciones sociales de la Inglaterra victoriana. Sin embargo, todo cambia cuando el día del cumpleaños de Enola, su madre desaparece sin dejar rastro, y la chica tendrá que pedir ayuda a sus hermanos, sin sospechar siquiera que ellos pretenden cortarle las alas y meterla a un internado; así pues, en una huida en pos de su independencia, al mismo tiempo que a la pista de su madre, Enola se verá enredada en la desaparición de un marqués de doce años, sin sospechar que la vida de ambos puede estar en un gran riesgo.
«Es de dominio público que los caballos sudan y los hombres transpiran, mientras que las damas brillan. Estoy segura de que yo también brillaba.»
Página 106.
Leí Enola Holmes #1 porque el trailer de la película de Netflix, con Millie Bobby Brown, Henry Cavill y Helena Bonham Carter me cautivó. Ese estilo tan despreocupado pero al mismo tiempo de época pero claramente para un público joven me dejó sin habla, así que fui corriendo a comprarme el libro (carísimo, por cierto😱). Yo desde el principio supe que esto es middle grade, quizá un poquito más que eso, pero yo ya me olía una novela sencilla y fresca, cosa que la autora me cumplió muy bien; no hay mucho que decir de este libro, quizá lo más importante es que me pareció muy bueno: Sherlock Holmes, un tema, un personaje tan quemado, que no hay muchas formas de ir innovando pero pues inventarse un personaje como Enola y crear toda una historia A PARTE de la del célebre detective, sin caer en el error de hacer una mini Sherlock no puede pasar desapercibido, es un punto para Nancy Springer que no vamos a ignorar.
Es una saga de 6 libros. 6 LIBROS. Yo no leo sagas desde los dieciséis años y ahora tengo veinte, imagínate lo desacostumbrado que estoy, me he vuelto muy de zona de confort y la comodidad que dan las obras auto conclusivas, así que una saga como que me intimida, siendo muy sincero😩, pero siento que gracias a Enola tengo ese empujón para volver a este mundo de esperar libro tras libro, acostumbrarme a los personajes, etc. Ya me anoté algunas, como releer los orígenes de Cazadores de sombras (los únicos que, en mi opinión valen la pena de los mil y un libros de esa serie), la saga de los Bridgerton por Julia Quinn o Pídeme lo que quieras, la verdad que me emociona mucho esta, digamos, vuelta a algo olvidado.
«El caso del marqués desaparecido» es como un soplo de viento en un día caluroso, es decir, un alivio. Es un libro introductorio (supongo que Nancy Springer habrá firmado un contrato por una cantidad determinada de libros) para meternos en este universo y sus personajes, que nos acompañarán por otros cinco títulos, así que todo va muy al grano, el misterio del marqués no es un gran misterio, mientras que el de la madre (que si es crucial) es el que sostendrá toda la saga. Por otro lado, el girl power que tiene la obra es de agradecer por la temática y contexto, con estos manifiestos en contra de los corsés, los vestidos, polisones, etc. que se vuelven cómicos cuando Enola tiene que adaptarse a este mundo de la moda femenina; si a uno le gustan los libros infantiles o juveniles, está súper bien, también los misterios son para que los resuelvas tú con la protagonista (al final hay una solución a cada enigma) y eso ayuda mucho a, como sentir más empatía y saber que de alguna forma uno hacer parte de la historia; a este también le di 5/5 estrellas, sobre todo por ese disfrute tan grande. Ya tengo comprados el dos y el tres, mientras espero que los demás lleguen a mi país.
Espero que este intento de wrap up te haya gustado tanto como a mi me gustó escribirlo🤭, te invito a que escribas cuales son los últimos libros que has leído y cuales esperas leer en lo que queda del año. Nos leemos, hasta la próxima😋.