2024 #5: Belladonna – Adalyn Grace

Signa Farrow fue tocada por la muerte… pero no murió. En cambio, todos los tutores que han cuidado de ella están bajo la tumba, mientras que si Signa sufre un evento mortal su cuerpo se reparará hasta quedar como nuevo: esa es su maldición. Así ha vivido durante casi 20 años, sola y odiando a la Muerte con todas sus fuerzas. Sin embargo, cuando viaja con su nueva familia, unos aristocratas en decadencia por la muerte de la madre, junto a una hija terminal, todo empeora. Signa es confrontada por el espectro de la fallecida, asegurando que fue asesinada y la chica peligra el mismo destino, por lo que la joven tiene que hacer a un lado su odio por Muerte, quien cada vez se hace más irresistible, para llegar al fondo del misterio.

AVISO: esta reseña tiene spoilers.

Yo quería leer este libro. Lo quería leer desde que vi su preciosa portada y lo compré en un descuento. La mayoría de opiniones que hay en Goodreads son altamente positivas (lo cual me lleva a cuestionar el mal gusto de la masa). Con este sí que tenía altas expectativas y… qué decepción.

Comencemos por Signa, ah… es muy interesante con ese detalle de que no puede morir, en cierto momento te cuentan que se rompió el cuello y las vértebras se reacomodaron, además se la pasa comiendo belladonna para interactuar con Muerte. Añadamos que aunque sea invulnerable a ella morir sí le duele. Me pareció fascinante, sin contar con el sentido del deber tan fuerte que tiene, que tiene matices, es más que nada una antiheroína, con su propio código moral. ¡Maravilloso!… Hasta que un hombre medianamente guapo se cruza en su camino, porque ella entonces pierde por completo su inteligencia. A este respecto es una exageración de la literatura juvenil, en la que a la fuerza debe haber romance: Signa tiende a sexualizar a cada hombre atractivo que ve, es molesto de tanto que sucede, en especial porque hay un «romance» entre ella y Muerte pero no se siente natural, pareciera la cuota de amor y smut que los libros actuales de fantasía deben tener.

¿Cuál es mi problema con Muerte? Que la muerte es un concepto muy amplio, algo que ha atemorizado y atraído a la humanidad en partes iguales, por lo que en todas las expresiones religiosas y artísticas esta tiene que ver, uno se imagina a la muerte como algo ominoso o bien bello, que está más allá del bien y el mal… En fin. Esta novela plantea a Muerte como un muchacho 1. convenientemente convencionalmente atractivo, 2. extremadamente caprichoso y, de nuevo, convenientemente sarcástico, sexy, atrayente para la protagonista, 3. ¿No es creepy que se haya fijado en Signa desde que la conoció, es decir, desde que era un bebé?, 4. ¿WTF con el triángulo amoroso? Se resuelve de la forma más impensable, en este libro no hay que recurrir a las alternativas probables, sino a las más estúpidas, las que descartas de inmediato. DIOS.

Por otra parte, la historia juega a ser un murder mystery con tintes sobrenaturales. La portada y su contracubierta me ofrecieron una narrativa gótica «sensual», «atrapante», etc. Y… bueno, no porque una obra transcurra en el siglo XIX y tenga fantasmas implica que es gótica, ya que este género implica muchas más cosas de las que Belladonna adolece y/o echa en falta. En segundo lugar, el misterio patina mucho, Adalyn Grace usa el recurso de plantearte un posible asesino, darte los motivos y todo, pero a la hora es el que menos esperabas. No necesariamente es algo malo, Agatha Christie y Camilla Läckberg (autoras que aprecio mucho) recurren a lo mismo, pero en este caso se hace evidente… y cuando el crímen se resuelve, por lo menos a mí no me parecieron suficientes las razones, porque luego hay varios personajes que son sospechosos ideales, pero el culpable es muy (?).

Fan Art de Signa Farrow, hecho por @artbysmashey.

¿Estaré siendo muy duro con Belladonna? No. Hace más de una semana que lo terminé y sigo pensando lo mismo… Pero, no quiero terminar esta reseña sin resaltar algunas cosas buenas que tiene el libro.

Adalyn Grace sabe escribir. Al principio me costó un tris agarrarle el interés al libro, pero en seguida descubrí una narrativa habilidosa, muy buena creando imágenes y describiendo los elementos de forma suficiente, lo suficientemente exhaustiva para que no aburrir al lector. Además, aunque considero que los misterios de este libro tienen una resolución pobre, Grace los hace interesantes en el proceso de investigación, pasan muchas cosas siempre, son cosas importantes, por lo que tuve que hacer un esfuerzo para dejar de leer cuando me tocaba, porque quería saber que pasaba a continuación, estuve varios momento elucubrando que más pasará y que un libro consiga eso siempre es bueno; además, el mundo es fascinante, más que nada a lo que pasa con nosotros una vez morimos, me gustó eso, además los personajes secundarios se ganaron mi interés, sobre todo Blythe, y ella es la única razón por la que leería Foxglove, su secuela.

Aplaudo, igualmente, la producción gráfica del libro, la portada es bien linda, es cómodo de leer, y me gusta esa referencia a que en la trilogía cada título hace referencia a una planta venenosa, siendo 1. Belladonna, 2. Foxglove (Digitalis purpúrea) y 3. Wisteria (Glicinia).

Finalmente fue una decepción, no es el peor libro del año, por lo pronto, pero me esperaba mucho más, Adalyn Grace tenía una gran idea que desperdició por irse a través del camino fácil que cualquier otro Young Adult haría. Sí me interesa continuar con estos libros, pero solo por los secundarios y de todos modos, a menos que vea un descuento jugoso, no le meteré plata a unos libros tan costosos.

2024 #4: El libro de los secretos vivientes – Madeleine Roux

Qué raro haber llegado tan lejos, conocer por fin a su heroína y descubrirla tan ruin y superficial… Era como aterrizar en Pemberley y que Elizabeth Bennet resultara ser una Barbie con mirada de pez y aversión a los libros.

Adelle y Connie son dispares, la primera, interesada en las artes ocultas, la literatura gótica y los romances imposibles, mientras que la otra es una deportista de primera con grandes aspiraciones una vez acabe el colegio. Sin embargo, a ambas las une la pasión por los libros, en especial «Moira», misteriosa novela rosa acerca de un amor dispar en el Boston del siglo XIX. Es imposible localizar a Robin Amery, la autora, y nadie más que ellas, y el señor Straven, dueño de un anticuario, parece saber dobrde su existencia; es entonces cuando Straven les propone un trato, puede introducirlas en la historia, pero, cuando las dos entran, nada está bien. El mundo parece haber sido devorado por un horror incomprensible, que poco a poco devora a los personajes. Entonces, las dos amigas tienen que descubrir que pasa, cómo arreglarlo y poder volver a su casa antes de que todo sea demasiado tarde.

Imagen generada por IA (Inteligencia Artificial) que ilustra el ambiente del libro.

¡Qué vivan los audiolibros! La portada bonita fue una cosa, el argumento otra, pero al escucharlo en Storytel, con un narrador que hizo tan gran trabajo, Madeleine Roux me enamoró por completo. Es una historia bastante juvenil, se nota desde la introducción de los personajes hasta el estilo, una virtud, en efecto, porque la pluma de la autora es sencilla en tanto que es ágil, emocionante y secilla de entender. No por ello dejan de ser llamativas las descripciones, la autora crea un mundo del revés del ideal victoriano que sus protagonistas idealizan antes de infiltrarse en «Moira» . Podría decirse que esto es una mezcla entre Los Bridgerton y H. P. Lovecraft, así que están los vestidos, las fiestas, desmayos, todo minuciosamente retratado, pero también hay criaturas con tentáculos que emergen del océano y se comunican con Adelle y Connie de una forma RE ominosa.

Por eso la trama es bastante interesante, una propuesta diferente cuando pensamos que esto de «entré en mi novela favorita» es algo que ya se está haciendo, sobre todo en las industrias del entretenimiento coreanas y japonesas. Pero aquí es «entré a mi novela favorita y mis actos tienen consecuencias» (de hecho es bastante gracioso como ellas se van dando cuenta de que están cambiando la trama por OBVIAS razones). Me gusta pensar, también, que «El libro de los secretos vivientes» tiene reminiscencias a «In the mouth of madness» de Carpenter, una suerte de juego con la literatura que se mezcla con la realidad de la mano con toda la mitología Lovecraftiana (que Madeleine Roux supo entender, adaptándola de forma accesible para su público). Igual, mis quejas aquí tienen que ver con la trama, sucede que quería más, más intervención de los personajes, un final explicativo, queda ambiguo y que hay momentos donde no parece que vayamos a ninguna parte. Osea, sí, pasan un montón de cosas, pero te quedas con la pregunta de ¿y esto que tiene que ver con la explicación de lo que pasa? Iba por la mitad y no tenía ni una pista de lo que pudiera estar ocurriendo. Eso fue desagradable porque me encantó este libro, pude sentir real interés por todo lo que estaba por acontecer, lo emocionante que fue todo.

A menos que Robin Amery nunca le hubiera entendido lo más mínimo… Había creado un mundo hermoso, pero lo bueno de ese mundo estaba en los pequeños detalles que había descartado, los personajes que se volvían maravillosos por su cuenta.

La autora tuvo tanta razón con la cita anterior… ¿Por qué? Supongo, porque así me huele, que es una estrategia conocida. «Moira», el libro del que están prendadas Adelle y Connie, narra la historia de amor de Moira Byrne, aristocrata bostoniana y Severin Sylvain, un pintor pobre, resultando en un tórrido romance que desafía las normas sociales. En la nueva versión de pesadilla de Moira esto se desbarata, es un «no conozcas a tus héroes» que, pasan a segundo plano, volviéndose insufribles y siniestros. Los carácteres de la novela que tienen importancia son los menospreciados en el texto original, Orla, la mejor amiga de Moira; Caid, uno de sus pretendientes y Missisipi, una ladrona con su banda, conocida como «Los Rodadores». Adelle y Connie no conocen a quienes querían, sino a los que necesitaban conocer para poder crecer y llevar a cabo esto que se llama «el camino del héroe». Es un abanico de personas interesantísimos de los que, por desgracia, hubiera querido conocer mucho más.

Por otra parte, las dos protagonistas son maravillosas. Me enamoré de ellas por igual, de sus deseos, miedos y esperanzas. Soy muy fan de leer más amistades en la literatura juvenil y menos romance que, al respecto, no abunda, gracias a Dios. Hay, un poco, lo suficiente para preparar el desarrollo de Adelle y Connie (me gusta que hay un enfoque LGBTQ+ en estas sub-tramas a los que se les dio una importancia correcta, era necesario tocar ese tema y Madeleine Roux es generosa en ello).

Me quedé con una gran sensación. Como dije, no quería que se acabara el libro, necesitaba más y despedirme de este mundo, historia y personajes me dio un poco duro porque los quería mucho. Por eso siempre tendrán un lugar en mi corazón. (No niego que me gustaría una secuela, juju) Estoy abierto a leer más de Madeleine Roux, que demostró ser una escritora que he de tener en cuenta.